Maria Camí Vela a Helena Taberna.
Helena Taberna
La cinematografía de Helena Taberna es una herramienta visual de lucha y defensa de la libertad frente a las diferentes formas de violencia (individual, institucional, estructural…) que se inflige sobre todas nosotras para convertirnos en ciudadanas obedientes y sumisas. Y lo hace llevando a la pantalla historias reales de mujeres que se enfrentan a esa violencia, como ocurre en Extranjeras (2003), documental que hace visible el racismo, la explotación y la marginación que sufre la mujer inmigrante; Yoyes (2000), film de ficción sobre la vida de María Dolores González, víctima de un doble terrorismo: el de ETA y el del Estado español; o Nagore (2010), documental sobre la violación y asesinato de Nagore Laffage.
Extranjeras es el primer documental de autoría femenina del Estado español sobre el tema de la inmigración y debe contextualizarse en los cambios sociales que se produjeron durante la década de los 90. La incorporación a la Unión Europea convirtió al Reino de España en un país receptor de inmigrantes que acogía con hospitalidad a esos “Otros” que le ayudaba a que se integrara plenamente a la economía europea. Pero, era también una sociedad que rechazaba con hostilidad a esos “Otros” que abrían-creaban/viejas-nuevas fisuras en el imaginario colectivo nacional o “comunidad imaginada” española[1]. El documental de Taberna expone en la pantalla esta dicotomía hospitalidad-hostilidad, cuestiona y (de)construye el concepto esencialista y excluyente de identidad, y propone un nuevo modelo social basado en la negociación con la Otredad. Es a través del diálogo fílmico entre la directora, la mujer inmigrante y la espectadora que se plantea la inmigración como un proceso intercultural, o en palabras de Pilar Rodríguez, como “un asunto indisociablemente bilateral, dual, recíproco, que afecta a quien llega, pero también a quien acoge una vez que entran en contacto”[2]
Desde una perspectiva feminista, Extranjeras es también un filme innovador ya que otorga voz y visibilidad a diversas comunidades de mujeres inmigrantes con el propósito de establecer una negociación matrilineal; de fortalecer los lazos de sororidad entre la mujer inmigrante extranjera y la nacional, destruyendo los imaginarios muros que las separan. Taberna abandona la posición dominante como sujeto fílmico detrás de la cámara y como sujeto identitario nacional (española-vasca) para entrar en el espacio íntimo de las mujeres asiáticas, africanas, europeas o latinoamericanas; para conocerlas y (re)conocerlas antes de llevarlas a la representación. Pero, también, a veces, la cámara ocupa el conflictivo espacio público y, transformándose en una arma al estilo del cinéma verité, denuncia actitudes racistas, xenófobas y de violencia policial.
La violencia también se denuncia en Yoyes, un film que crea un punto de inflexión en el cine sobre el tema de ETA, especialmente porque trata sobre la lucha por la libertad del pueblo vasco desde la perspectiva de una mujer: María Dolores González Katarain, primera mujer dirigente de ETA militar. Desde su mirada, la etapa de la lucha armada durante la Transición debía terminar y dejar paso a la negociación y la reconciliación. Sin embargo, como se observa en el filme, ambos ETA y el Estado español desaprovecharon la oportunidad por la paz y ambos recurrieron a un continuo bucle de violencia que trajo muerte, sangre y dolor a muchas familias, incluyendo la de Yoyes. En su lucha por la libertad, Yoyes se atrevió a decir NO a la dictadura franquista primero y al autoritarismo de ETA más tarde, motivo por el que abandonó la organización. Su rebelión le costó la vida. Su trágica muerte era quizás una de las más difíciles secuencias con las que Taberna debía enfrentarse cinematográficamente. El resultado es una impactante mezcla de tragedia y poesía que transporta al espectador hacia la esencia del filme: Por un lado, la huida fallida de Yoyes de una organización-secta que bajo sus estructuras patriarcales la considera propiedad suya; pero también, su lucha continua por unos sueños que se ven finalmente truncados.
El cine de Taberna es un grito de libertad contra todo tipo de violencia, incluyendo por supuesto, la violencia de género. Hace treinta años que España intenta minimizar mediante acciones políticas y presupuestarias la violencia hacia las mujeres. Como bien observa Amelia Varcárcel[3], desaparecieron de la legislación del Estado español leyes de la época franquista como la que existía hasta finales de los años 70 que defendía que los golpes que recibía una mujer de su marido no eran delito sino “corrección marital” y aprobados como potestativos cuando el marido llegaba a la conclusión de que ella lo necesitaba. Y se decretó finalmente la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género[4]. Sin embargo, la violencia no solamente no ha disminuido, sino que en los últimos años, la “cultura de la violación” –el conjunto de prácticas sociales, normas y conductas de abuso, maltrato y violación hacia la mujer– ha aumentado, sin tener en cuenta el gran número de violaciones que no se denuncian (entre el 70% y el 80% de los casos) debido a la dureza del proceso, el miedo de las víctimas a no ser creídas y el temor al señalamiento social[5]. Según la Asociación de Asistencia a Mujeres Violadas (C.A.V.A.S.), en el año 2017, la cifra de agresiones sexuales con penetración aumentó un 10% respecto al año anterior, y en 2018 aumentó otro 28,4% más. La Asociación menciona el entorno festivo y el alcohol como factores que aumentan el riesgo de violación, pero aclarando que el alcohol es un factor que “favorece la violencia, no es el detonante”[6].
Fue en un entorno festivo y con alcohol (los San Fermines de 2008) que se produjo la violación, asesinato y mutilación de la joven Nagore Laffage; un salvaje acontecimiento que Helena Taberna lleva a la pantalla en el documental Nagore a través de los testimonios de familiares y amigos de la víctima, así como los puntos de vista de las diversas partes implicadas en el proceso judicial: el fiscal, los abogados de ambas partes y representantes de colectivos contra la violencia de género. El recuerdo del trágico destino de Nagore volvió al centro de la protesta feminista cuando de nuevo, en el entorno festivo de los San Fermines del 2016 se produjo la violación en grupo conocida como “La Manada”, lo que llevó a Pilar Mayo[7], técnica de Igualdad del Ayuntamiento de Pamplona, a cuestionarse si los comportamientos masculinos en fiestas patronales o verbenas son una suerte de cacería que incluye foto final con el trofeo adquirido: el cuerpo de la mujer. Cuerpo de mujer vivo si para proteger tu vida, te sometes a los violadores, como ocurrió con La Manada; o cuerpo de mujer muerto si te resistes y te atreves a decir NO a tu agresor, como ocurrió con Nagore.
La luz de un sueño[8] es el título de la monografía sobre la obra fílmica de Helena Taberna, publicado recientemente. Luz y sueños son vocablos asociados al cine en general, pero también a las protagonistas de los filmes de Taberna. Así lo afirma la directora en una entrevista del mencionado libro: “Porque cuando hay una muerte terrible, tanto en el caso de Yoyes como en el de Nagore, nos quedamos con esa imagen del momento de la muerte y se pierde la luz que tuvieron en su vida”[9]. Es el deseo de la directora que a través de la creación cinematográfica las espectadoras conozcamos a Yoyes y a Nagore antes de que perdieran su luz. En otras palabras, antes de que, víctimas de la violencia, perdieran sus sueños.
[1] Uso el concepto teórico de Benedict Anderson en su libro Imagined Communities. Reflections on the Origin and Spread of Nationalism. London/New York: Verso, 1983.
[2] Cita de Pilar Rodríguez en Texto didáctico, Lamia Productions. https://www.lamiaproducciones.com/webxtranjeras/textompilar.htm
[3] Varcárcel, Amelia. Feminismo en el mundo global. Valencia: Ediciones Cátedra, 2008, pag. 267.
[4] https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2004-21760
[5] Ver el artículo “España se sitúa entre los países con menos denuncias por violación” en el diario El País. https://elpais.com/politica/2018/05/01/actualidad/1525191861_436257.html
[6] https://www.abc.es/sociedad/abci-mapa-violaciones-espana-aumentaron-10-por-ciento-2017-y-siguen-incrementandose-2018-201805171412_noticia.html
[7] Valdés, Isabel. Violadas o Muertas. Un alegato contra todas las “manadas” (y sus cómplices). Barcelona: Editorial 62, 2018, pag. 45.
[8] Roldán Larreta, Carlos. La Luz de un sueño. El cine de Helena Taberna. Navarra: Filmoteca Vasca, 2018.
[9] Roldán Larreta, Carlos. La Luz de un sueño. El cine de Helena Taberna. Navarra: Filmoteca Vasca, 2018, pp. 272.