Elena Blazquez a Helena Lumbreras

Helena Lumbreras y el Colectivo de Cine de Clase: El documental como “filmacto”

Helena Lumbreras llevó a cabo una práctica cinematográfica militante durante el tardofranquismo y la transición, en la que apostó por una autoría colectiva y no jerarquizada. A principios de los años setenta, fundó el Colectivo de Cine de Clase, un grupo cinematográfico donde la experiencia se constituía en un proceso igual de relevante que la obra misma. El Colectivo perseguía poner en práctica una forma de creación asamblearia, de acuerdo con las proclamas políticas que transmitían sus documentales. También buscaba promover un cambio en la recepción de las imágenes; de ahí que la proyección se percibiera como un acto político que situaba al film como pretexto para generar un contexto de debate político. Por esto, y por razones de precariedad económica, los documentales del Colectivo eran deliberadamente mediometrajes, hecho que permitía contar con tiempo suficiente para el coloquio posterior. Se trataba de una forma de hacer común en el ámbito del cine militante a nivel internacional y, sobre todo, en referentes declarados de Lumbreras como el argentino Grupo Cine Liberación, en cuyo documental La hora de los hornos (1968) se afirmaba que la película era un incentivo para el diálogo. El documental se dejaba interrumpir para dejar entrar el acontecimiento. No es de extrañar, por ello, que en la tercera parte de La hora de los hornos (1968) se refirieran al documental como un “film-acto” que continuaba en el debate, pero, sobre todo, en las calles. El film y el acto se presentaban, así, como obra inacabada, abierta, con posibilidad de cambio; tal y como buscaba que fuera su práctica cinematográfica Helena Lumbreras.